Bélgica aprueba la semana laboral de 4 días

Bélgica aprueba la semana laboral de 4 días. El gobierno de Bélgica han pactado la aprobación de una reforma laboral, que tiene como medida estrella la concentración en cuatro días de la jornada semanal de trabajo.

El acuerdo, al que se llegó el martes, ha sido anunciado por el primer ministro, Alexander de Croo, y los tres vice primeros ministros. Esta llamativa medida de la reforma, que deberá afrontar ahora el trámite parlamentario, pretende la conciliación de la vida laboral y familiar.

Semana laboral de 4 días: mismas horas

La medida permite concentrar en cuatro días el trabajo semanal, pero sin la reducción de las horas semanales de trabajo. Otra de las opciones que el trabajador tendrá es la de trabajar menos durante una semana y compensarlo con más tiempo en la siguiente. En ambos casos, la reforma convertirá estas opciones en un derecho del trabajador que, si quiere ejercer, deberá solicitar al empresario. Si finalmente hay un acuerdo entre ambas partes, este tendrá una vigencia de seis meses.

Además, el Gobierno belga también se ha comprometido a que la reforma laboral incluya un derecho a la desconexión digital de los trabajadores y la concreción de características que sirvan para decidir si los repartidores de plataformas digitales son asalariados o autónomos.

¿Qué ocurre en España?

En España, la jornada se mide en horas de trabajo al año y se acuerda en la negociación colectiva, es decir, en los convenios, que en 2021 incluyeron un tiempo medio anual 1.730 horas. Esas horas establecidas pueden distribuirse como acuerden los sindicatos y los empresarios (en cuatro días semanales, también), aunque si el convenio no dice nada al respecto es potestad del empresario determinar los días que se trabaja, siempre que se respete el calendario de festivos (14 días al año) y el descanso semanal.

Objetivo de la reforma

El objetivo del Gobierno belga es impulsar que la tasa de empleo entre 20 y 64 años en el país suba del 71,4% que estaba en el tercer trimestre de 2021 hasta el 80% en 2030. Para ello también pretenden impulsar la formación de los trabajadores y su reciclaje, otra de las tendencias que se van abriendo paso en las políticas laborales a raíz de la revolución tecnológica y digital.